Tengo 49 años, nací y crecí en Buenos Aires, Argentina donde resido actualmente con mi esposo e hijos.

Soy de esos bichos raros que han permanecido trabajando tres décadas en la misma compañía, aunque mi mayor motivación ha pasado siempre por los otros aspectos de la vida, los que están por fuera del horario laboral. Y fue precisamente en esos espacios donde me titulé como chef y pastelera profesional para dar rienda suelta a la creatividad que me mueve, y tomé cursos de comunicación social y participé de encuentros literarios para introducirme en la escritura que se apoderó de mí desde muy chica y que me ha dado pequeñas-grandes satisfacciones. Desde la primera vez que fui seleccionada en un concurso con 20 años, y hasta aquí donde estoy a pocos días de cumplir los 50, supe que mi ambiente natural era el literario, pero que la creatividad en general es lo que me alimenta. El diseño de un plato novedoso con productos seleccionados y la trama de un cuento fantástico podrían tener mucho en común… Creo que lo importante son las sensaciones, como interpretamos aquello que se nos presenta y como lo transformamos.

No es casual, entonces, que en la madurez y con algunos aspectos de la vida encaminados, comencemos a afianzar el rumbo hacia lo que nos enriquece, nos mejora y nos suma. En lo que a mí respecta, la cocina y la escritura son mi forma de transcender en un “yo” mucho más auténtico, donde cierro algunos ciclos y abro otros en una renovada “juventud del alma”.

Aficiones: Mis aficiones; escribir para respirar, leer para soñar, cocinar para compartir.

Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Desde mi perspectiva poco objetiva soy una persona resiliente, luchadora y empática. Se podría decir que, bajo las mismas características, pero con una mirada más crítica, estoy muy cerca de ser arrogante, testaruda y demasiado sentimental. Pero como con los años he comprendido que nada ayuda a la evolución personal el ser tan duro con uno mismo; lo primero.

Cuéntanos por qué decidiste ser escritora: Nunca he decidido ser escritora, por el contrario, fueron las letras las que me han llevado por delante y abofeteado cada vez que quise correrme del camino (y lo he intentado bastante). Pasé largas temporadas sin escribir, pero tarde o temprano la pluma, una Olivetti antigua y pesada heredada de mi abuelo paterno, o mi computadora (según la época), me volvieron al sitio; “me ubicaron” diría yo. En esos momentos es en donde soy más auténtica, me despojo de las formalidades, la cotidianeidad o las conveniencias, y me animo a escribir mi propia historia mientras construyo mundos nuevos.

Autores preferidos y por qué: Cada vez tengo más autores “preferidos” o “favoritos”. Me resulta imposible la elección en unos pocos habiendo tantos. Me acerco cada vez más a autores, estilos o géneros que antes no me llamaban la atención, y en donde casi siempre descubro tesoros invaluables dignos de explorar. Sin embargo, debo reconocer que mi forma de escribir se vio bastante influenciada por autores como Sidney Sheldon, Danielle Steel, Nora Roberts, y Paulo Coelho, que fueron los más elegidos en mi juventud, aunque me siento muy cómoda entre las líneas de Ángeles Mastretta, Claudia Piñeiro, o Viviana Rivero, como si hubiese códigos o fibras muy íntimas que se activasen en mi ser cuando las leo. Un reconocimiento más allá de lo literario, tal vez una comunión entre la forma de sentir y contar.

Tu obra favorita de otro autor: “Relato de un náufrago” de Gabriel García Márquez y la voz maravillosa de mi primera profesora de Literatura mientras la leía durante las calurosas tardes del fin del ciclo escolar. Había en ese relato (digo “relato” haciendo alusión al libro y a la lectura pausada y rica de entonación de aquella dama) un compás perfecto que me hace cosquillas en la piel hace casi 40 años.  Yo diría que recuerdo esta obra como la primera vez que me picó el bichito de las letras seriamente.

Tu obra favorita de las que has escrito: Mi obra favorita sin dudas, El murmullo de las damas. A veces me cuesta entender que la familia Duran de la Cruz es una creación ficticia, porque me involucré en carne viva y tengo la extraña sensación (desde que empecé a escribirla y aún hasta el día de hoy cuando alguno de mis lectores me hace algún comentario), de que realmente han existido y los he conocido. Pero son solo producto de mi imaginación, influenciada, por supuesto, por la vida de esas mujeres y hombres extraordinarios que sentaron las bases de mi país.

Tu estilo literario: Si bien el estilo literario de mis cuentos y relatos suele ser fantástico o realista, en las novelas lo encuadro en la ficción histórica, me parece fascinante que en el mundo de la imaginación uno pueda dar vida a personajes que, hayan existido o no, transcurran sus vidas en contextos de épocas que reconocemos todos. Un ingrediente magnífico para conectarnos y acercarnos. Hay algo en común, algo que todos visualizamos sobre ello, un sitio o un acontecimiento. Y finalmente nos involucramos, porque aquel lugar existe y allí pasaron ciertas cosas. Nos personificamos en el contexto y jugamos en la delgada línea entre lo real y lo ficticio, que me parece muy seductora tanto para el escritor como para el lector.

Una cita de un autor que te guste: Así como no tengo un solo autor/a favorito tampoco llevo una frase intacta en la memoria de las tantas que me han marcado… reitero, habiendo tantos tesoros literarios el mundo brilla en su conjunto con frases “perdidas” en alguna página de algún capítulo que tal vez no serían relevantes (ni para mí ni para otros) a nivel de construcción literaria, pero que en ese momento tajean el alma/mente y se meten entre las ideas con una sencillez abrumadora. Uno recuerda sentimientos precisos como momentos de luz en la lectura de aquello que era justo lo que andaba necesitando leer en ese momento, y que se inmortalizó en la sensación que produjo, no en las palabras en sí mismas. Es decir, me tocó, me transformó un poco y se me hizo propio en el inconsciente… Creo que ese es el mejor regalo que te dan las letras cuando lees, más que cuando escribís. El autor lo sabe y sueña con que, en el espacio infinito de tantos libros, tantas palabras y tantos lectores, algo los conecte y los mejore a través de su pluma, entonces todo el proceso parece tener sentido.

Pero bueno, ante la pregunta específica y mi falta de memoria fui hasta mi biblioteca y escogí una frase del prólogo que me movilizó antes de sumergirme en “A orillas del río Piedra me senté y lloré” de Paulo Coelho y que dice: “En toda historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad y a la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo”

Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Estoy trabajando en una novela en dos tiempos, uno de ellos en la actualidad y el otro en la década del 70. Dos historias que se irán entrelazando para hacerse una. El pasado nos une o nos separa, pero también puede rescatarnos. Somos lo que fuimos, lo que nos trajo a este mundo y la memoria en cada una de nuestras células.

Algo sobre tu manera de entender este mundo: No entiendo el mundo, creo que escribir es una buena muestra de ello.

Tus proyectos inmediatos: De momento estoy abocada casi totalmente a la promoción de mi novela El murmullo de las damas, lo cual disfruto, porque es parte de la cosecha esperada luego de tanto trabajo e ilusión.

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