Mi nombre es Jose María Ridruejo, aunque todo el mundo me conoce como Chema y vivo en un pequeño pero precioso pueblo de la dehesa extremeña, Hornachos. Estudié Ingeniería Industrial en la Universidad Politécnica de Madrid y actualmente desarrollo mi carrera profesional en este ámbito, aunque dedico gran parte del día a la escritura y la lectura, donde me encanta descubrir una historia oscura que siempre me obligue a leer una página más. También se encuentra el deporte entre mis pasiones y, sin lugar a duda, las maratones son mi gran reto.

Aficiones: Lógicamente, la lectura y la escritura se encuentra entre mis pasiones confesables. Aunque también el deporte lo puedo anotar entre mis aficiones, un maratoniano globero más. Sin dudarlo, el Real Madrid y la comida completarían la lista, sin ser necesariamente este el orden establecido en mis preferencias.

Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Si la nombro de manera elegante, la tenacidad o perseverancia sería la cualidad que sobresale de entre los rasgos que completan mi personalidad; pero dicho de una manera más mundana, es la cabezonería lo que me hace insistir y percutir con constancia sobre un objetivo hasta alcanzar la meta.

Cuéntanos por qué decidiste ser escritor: Esta es una historia que viene explicada en la novela, por lo tanto, dejaré que cada lector que pueda descubrirla por si mismo, aunque puedo dar una pista: fue pequeñaja que corretea por mi casa la culpable de que el germen de una idea se convirtiese en más de 300 páginas de una historia negra.

Autores preferidos y por qué: No es actual, pero la mejor novela que he leído este año es “El Paciente” de Juan Gomez-Jurado y, por ende, se coloca muy arriba entre mis escritores de cabecera, junto a Javier Castillo, Leticia Sierra, Lorenzo Silva y, por supuesto, Dolores Redondo en ficción, porque en No Ficción, nombraría Paz Velasco. Aunque, sin dudarlo, mi escritor fetiche, aquel al que me gustaría asemejarme relatando historias por su pluma afilada en forma de cuchillo, su capacidad para desgranar la mente de un psicópata, la forma en la que juega con el lector y se lo lleva hasta su terreno, ese no es otro que César Pérez Gellida.

Tu obra favorita de otro autor: Tal y como decía anteriormente, me ha sorprendido de una forma increíble “El Paciente” de Juan Gómez-Jurado. Un libro sencillamente espectacular, con una idea original brillante y una forma de guiarte por ella que, por momentos, te roba el aliento. Además, os recomiendo un libro de una escritora que aún no he mentado, la última novela que he acabado, “El carnicero y el pájaro”, primera obra de ficción de Alaina Urquhart, muy atractiva para todo aquel que le apetezca sumergirse en la mente de un psicópata.

Tu obra favorita de las que has escrito: “El otro lado de la Luna” es tan sólo mi primera novela y durante su escritura he ido aprendiendo a mejorar, aspecto que creo que el lector podrá reconocer en el desarrollo de ésta. Por su puesto, amenazo con una segunda que, dicho sea de paso, está en proceso de corrección y espero haga crecer la historia.

Tu estilo literario: Después del tipo de escritor y novela que he recomendado, creo que sobra decir que la novela negra es mi genero favorito. Es cierto que la novela negra abarca un sinfín de subgéneros y tipos de escrituras diferentes y, de todas, creo que el thriller psicológico, aquel en el que una mente perturbada te guía por la historia en la que nada es lo que parece, es el tipo de escritura y lectura con la que más disfruto.

Una cita de un autor que te guste: ¿Qué tal la que da comienzo a El otro lado de la Luna?

“Hay noches en que los lobos están en silencio y solo aúlla la luna.” George Carlin

Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Trabajando me encuentro, pero… creo mejor aún no vamos a desvelar nada, ¿no? O bueno, sólo una pista, mis últimas palabras en “El otro lado de la Luna”:

“Nos vemos en las próximas páginas donde prometo traeros la inmensidad del ártico, con todos sus pingüinos, guardada en el interior de un ascensor.”

Algo sobre tu manera de entender este mundo: No quiero extenderme, no creo que merezca la pena mi opinión. Por eso, solamente dejo una reflexión: son muy pocos los días que estaremos por este barrio, al final sólo estamos de paso, porque no aprovechar la oportunidad y disfrutarlos.