Blanca Poza es autora del libro El niño que quiso ser lluvia. Editorial Adarve, publicar un libroTengo la suerte de tener tres lugares a los que pertenezco: Leganés (Madrid), donde resido desde 1990; Los Cerralbos (Toledo) del que me considero hija adoptiva desde 1978 en que comencé mi relación con mi marido y padre de mis hijos; y Cebolla (Toledo), donde nací en el año 1962 y donde viví mi infancia y mi juventud. Soy la menor de seis hermanos de una familia humilde. Mi padre era agricultor y mi madre, bastante tenía con cuidar de la casa y de todos nosotros. Trabajo como auxiliar administrativo en el hospital Severo Ochoa, aunque hasta principios de este año mi labor la he realizado en el Hospital La Paz en donde he dejado un trocito de mi corazón.

Aficiones: Si afición es dedicarle tiempo a una cosa que te gusta, entonces, mi mayor afición es mi familia. Bueno…, y el deporte: andar, pádel, gimnasio…. Y leer, escuchar música, ver películas… Y cocinar, y hacer labores: colchas de patchwork, mantas de crochet, punto de dos agujas… Y escribir. ¡Claro!!!! Y a veces… ¡NO HACER NADA!!! (Pero eso casi nunca lo hago).

Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: mi empatía y generosidad hacia los demás, aunque de vez en cuando me gana la impaciencia y el mal carácter. Como decía mi madre: “esta niña no desperdicia un minuto…” aunque la inconstancia me juega malas pasadas para conseguir lo que me propongo, a no ser por la confianza que tengo cuando el objetivo es claro.

Cuéntanos por qué decidiste ser escritora: Creo que todo ávido lector lleva escondido un escritor en su alma, lo único que hay que hacer es tener la desfachatez de atreverse a reconocerlo, aceptarlo y dejarlo fluir. Después de nueve libros publicados, aún me da vergüenza que me pillen escribiendo y, por supuesto, mucha más decir que soy escritora y por eso me defino como “la que escribe”. En la adolescencia comencé con la poesía y mis primeros cuentos infantiles y relatos. Después, empecé a realizar un taller de teatro en el colegio de mis hijos (cuando eran pequeños). Yo escribía las obras que representaban. Ante la insistencia de profesores y padres, me atreví a presentar los textos a la editorial CCS con los que tuve el privilegio de ver publicadas todas esas obras. (Un total de diecinueve obras en siete volúmenes). Después, pasé a dirigir varios grupos de teatro de adultos y, consecuentemente, mis obras cambiaron, pero con la gratificación de nuevo, de verlas publicadas (algunas con CCS y otras con la editorial IRREVERENTES). Me atreví con mi primera novela: Mi cuerpo la cárcel. Mi alma, la libertad, (editorial ÉRIDE), cuando mi amiga Carmen Ramírez Pérez, que padece Esclerosis Múltiple, me pidió que contara su vida para dar a conocer esa enfermedad y, aunque yo puse las palabras a su historia, no puedo considerarla mi novela como tal, porque yo no creé ni a los personajes, ni la temática, ni la trama y me limité a contar la vida de mi amiga. Ahora, gracias a la editorial ADARVE, he podio “parir” a mi niño de lluvia. El niño que quiso ser lluvia. ¡MI PRIMERA NOVELA!!!!!!

Autores preferidos y por qué: ¿Autores favoritos…? ¡Muchos! Los primeros: Mark Twain, Enid Blyton, Daniel Defoe… Luego vinieron los grandes dramaturgos: Shakespeare, Lope de Vega, Cervantes, Lorca, Mihura…  Mis poetas: Bécquer, Hernández, Machado, Salinas, Benedetti… Mis novelistas: Almudena Grandes, Antonio Gala, Idelfonso Falcones, Julia Navarro… y, de todos, me quedo con mi gran Soledad Puértolas.

Supongo que con cada uno de ellos (de estos y de todos los demás que he leído), he aprendido un poco porque, yo he aprendido a escribir, escribiendo; pero, sobre todo, leyendo. En cada frase que escribo, hay una parte de ellos. Admiro y envidio al que tiene el privilegio de decir que es escritor porque se dedica a ello. Yo sé que sólo soy escritora, perdón, quiero decir “la que escribe” en mis ratos libres. Como digo, bromeando: en el rato que tengo mientras que frio una camisa y plancho un huevo… Pero, indudablemente, esta afición se la debo a todos esos grandes que, a través de sus historias, me hicieron viajar a otros mundos y me permitieron ser otro yo.

Tu obra favorita de otro autor: DON QUIJOTE DE LA MANCHA. ¿Por qué? No sé… quizá, aun siendo la obra más destacada de la literatura española y una de las principales de la universal, a día de hoy, para la gente de mi generación (y posteriores), es el más rechazado. Quién no ha oído eso de: ¡Jo, qué rollo! ¡Me han mandado en el Insti leerme el Quijote! O ¡puf! Sí, lo tengo, lo he empezado, pero no lo he terminado… ¡Lo he leído porque me obligaron…! Probablemente si en lugar de “obligarte” a leerlo, te prohibieran leerlo, casi todos estarían encantados de hacerlo y Don Alonso y el pobre Sancho estarían felices de seguir contando con la complacencia de sus lectores. Como curiosidad, os comentaré que tengo una pequeña colección de ejemplares de El Quijote, la mayor parte regalos de mis amigos y familia que, cada vez que viajan no olvidan traerme su aportación para mi colección que se ha convertido en una muestra de tantos que se acuerdan de mí y, a cambio yo tampoco me olvido de ellos, pues les obligo a dedicarme su ejemplar indicando quién, cuándo y dónde me lo han comprado. Tengo un ejemplar en mi mesita de noche y, cada vez que vuelvo a sus páginas, descubro algo nuevo. ¡Encierra tantas historias dentro de una sola! Pero, quizá, con lo que me quedo, es con mi amigo Alonso que luchó por sus sueños sin importarle lo que nadie pensara o dijera de él, aunque eso supusiera que todos pensaran y dijeran que estaba loco. ¡Bendita locura si te lleva a cumplir tus sueños!

Tu obra favorita de las que has escrito: El niño que quiso ser lluvia. Porque me ha demostrado que, si quiero conseguir algo, puedo hacerlo. Escribir una novela era mi sueño y este “niño” lo ha hecho realidad. Lo que más me satisface no es que haya conseguido acabarla. ¡Que sí! Y que ADARVE la haya publicado ¡Que sí! Lo que más me satisface es que está gustando a todos los que la leen y, cada vez que me dan las gracias por haberla escrito, no me lo puedo creer. Si, además, la definen como libro denuncia, me satisface aún más poder aportar un granito de arena para dar visibilidad a la cruda realidad del abuso sexual infantil.

Tu estilo literario: Está claro: 21 obras de teatro: Trapitos. El valle de los colores, Una estrella se ha perdido. La Navidad de los cuentos. El regalo de Jesús. Navidad en el fondo del mar. Caperucita en Navidad. Una cena angelical. La primavera perdida. El constipado de Noé. Juguetes. Margarita y el dragón. Piratas en el portal. Sifón, el payaso llorón. El cordero del Niño Jesús. Floppi viaja a la Tierra. Lío en el bosque. Una de mentirijillas. Quien pide último, pide mejor. Mientras hay esperanza, hay vida.

Mi cuerpo, la cárcel. Mi alma, la libertad, novela testimonio sobre la cruel enfermedad de la Esclerosis Múltiple.

El niño que quiso ser lluvia, es un libro denuncia contra el abuso sexual infantil. ¿Ficción? Bueno, si consideramos que los personajes no son reales, podemos considerarla una obra de ficción, pero, lamentablemente en este caso, la REALIDAD supera la ficción.

Una cita de un autor que te guste: Tengo unas cuantas, pero se me ocurren dos que de vez en cuando menciono en mi vida cotidiana:

LO ESENCIAL RESULTA INVISIBLE A LOS OJOS (Antoine de Saint-Exupéry)

TODOS SOMOS IGUALES, PERO ALGUNOS MÁS QUE OTROS (George Orwell).

Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Estoy trabajando en una nueva novela, aunque más bien debería decir, una vieja novela porque es un proyecto de 2012 que tenía arrinconado y ahora, al intentar poner orden en mis viejos archivos y toparme con él, me ha pedido que le dé una oportunidad y lo termine. Y creo que tiene razón, merece una oportunidad y voy a acabarlo. Esos personajes me estaban esperando y, lo mismo que hizo Vicente, el protagonista de El niño que quiso ser lluvia, ellos también se han apoderado de mi voluntad.

Algo sobre tu manera de entender este mundo: A este mundo no hay quien lo entienda, perdón, al mundo sí; a quien no se puede entender es al ser humano. Que la vida es un ratito que nos prestan (ni siquiera nos la regalan). Que hay que disfrutar cada día, cada cosa que hacemos, cada persona que tenemos a nuestro lado. Que hay que sonreír y abrazar más.

Tus proyectos inmediatos: En lo literario, terminar mi nueva novela. En lo personal, seguir sonriendo, abrazando, compartiendo, ayudando a los demás, luchando por hacer realidad mis sueños, en fin… seguir siendo feliz con lo que hago cada día.

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