Las vacaciones de verano del año 1996 fueron marcadas por una excursión que cuatro niños llevaron a cabo por la montaña, para descubrir los secretos de un supuesto lugar mágico y, con ello, intentar salvar la vida de un ser querido. En retrospectiva, habiendo pasado más de 60 años desde aquella experiencia, el protagonista de la historia comparte su testimonio para que los increíbles sucesos ocurridos aquel verano no caigan en el olvido.