Hijo de la periferia de Barcelona, de padres emigrantes, de aquellos de una mano delante y otra detrás,  también hijo de la calle que hizo de calle y de escuela, de lugar donde se aprende lo importante de la vida, a qué se dice que sí y a qué que no, a qué conviene arrimarse y de qué más vale precaverse. En el colegio y en el instituto enseguida me di cuenta de que lo mío era el mundo de las letras, que el de los número debía de ser para otros porque aquello era un carajal lleno de misterios. Y me cautivó Lorca, García Márquez, Hermann Hesse, pero nunca fui un lector muy profuso. Me daba más bien por escribir, escribía versos para un primer amor, una canción tristona, un pensamiento peregrino pero que a mí me parecía grave y solemne y hasta filosófico. Acabé de profesor de historia y en eso llevo dos décadas y media. Pero he hecho de todo, no crean, de  camarero, de cartero, de socorrista sin casi saber nadar (eran otros tiempos), de torero (de los que conducen un toro mecánico en un almacén y hasta me dieron un diploma), de jornalero en el campo y no sé cuántas cosas más. La afición por la escritura se me fue yendo con la edad y como por arte de encantamiento despertó tras un largo y prolongado silencio. Y aquí me tienen, feliz con mi pasión reencontrada y más contento que unas castañuelas.

Aficiones: Montañismo, golf, jugar a palas en la playa, pasear con Kai, mi perro, ver partidos de fútbol de la Premier y también los del Barça, claro, y la lectura y el cine. De aquí ya no paso.

Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Soy bastante tímido (aunque he mejorado con la edad), un tipo prudente y hasta un poco miedicas, diría yo. Me gusta estar con mis amigos, pero también me llevo bien con la soledad. Un tipo sencillo, humilde, amable, divertido y, si me lo permiten, buen conversador.

Cuéntanos por qué decidiste ser escritor:  Escribir es una forma de estar con uno mismo, y en esa forma me encuentro bien, en paz, dando rienda suelta a la inventiva y a la capacidad de crear. Es mi forma de inventar, de dar salida al artista que todos llevamos dentro.

Dinos cuáles son tus autores favoritos y por qué lo son. Cuéntanos hasta qué punto han influido en tu manera de escribir estos autores: Mis autores favoritos son Murakami, Auster, Richard Ford y Nick Hornby, pero al que destacaría por encima de todos es a Luis Landero. Me gusta mucho su manejo del léxico, la estructura de sus novelas, la caracterización que hace de los personajes y su enorme sentido del humor. Juegos de la edad tardía me atrapó  como lector y también, no sé por qué, me acentuó el interés que ya tenía por escribir. ¡He leído todas sus novelas! Además de entretenidas, son una fuente de inspiración y una escuela donde aprendo mucho.

Tu obra favorita de otro autor: Pues diría que Tokio Blues, de Murakami. Me gusta mucho cómo Murakami retrata esos personajes colgados, misteriosos, enigmáticos, enredados en sus conflictos internos, en crisis permanentes y sin solución aparente, pero que aceptan el drama que contiene la vida.

Tu obra favorita de las que has escrito: El homenaje

Tu estilo literario: novela de ficción. Intento que el texto tenga ritmo narrativo alto, también procuro cuidar el léxico e imprimir a la trama tintes de humor, al fin y al cabo, la vida es una tragicomedia.

Una cita de un autor que te guste: “Porque donde está tu tesoro, allí está tu corazón”, del Evangelio de Mateo

Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Estoy acabando una novela que lleva por título La paradoja del bumerán. Una historia sobre lo súbito y lo constante que tiene la vida, sobre lo que en ella permanece y la altera, sobre la cordura y la sinrazón. Me he puesto en el pellejo de una mujer apasionante, Dolly Bloom, y narro sus aventuras.

Algo sobre tu manera de entender este mundo: A medida que me he hecho más mayor he hecho el mundo más pequeño. Entiendo el mundo cercano, el del cada día, el de las personas con las que me encuentro con frecuencia. Atiendo las causas que tengo al alcance, hago favores (y también los pido) a mis amigos, a mis hermanos. Todo lo demás se me va de las manos. Me interesa el mundo real, el de la presencialidad, el que va por las redes, asumiendo alguna dosis de contradicción, me interesa bien poco.

Tus proyectos inmediatos: En lo personal estoy pensando dejar la ciudad, después de veinticinco años en Barcelona, creo que ha llegado el momento de buscar otro lugar en el mundo. Me apetece mucho poder vivir en un sitio más tranquilo, más pequeño, lejos del ajetreo urbano que por mucho que te resistas, parece que te puede y que te arrastra. En lo literario estoy dando las últimas pinceladas a mi nueva novela, La paradoja del bumerán, y les confieso que ya me vienen ideas para un nuevo proyecto, una novela que aborde las inacabables peripecias de la vida matrimonial. Ya tengo ganas de empezarla.

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