El escritor, natural de Oviedo y licenciado en Geografía e Historia, Benedicto Cuervo nos sorprende con su último libro La historia y sus orígenes. El Neolítico. Una obra donde el escritor realiza una aproximación a lo que es la Historia y la importancia que supone su conocimiento para el buen desarrollo de las sociedades actuales.
Así lo explica en la entrevista que, con motivo de esta última publicación, le realizan en el periódico digital Otro mundo es posible al reciéntemente galardonado con el Premio Águila de Oro,2021, la Unión Hispanomundial de Escritores (UHE), a la excelencia cultural.
Os dejamos un extracto de esta interesante entrevista:
P- Tradicionalmente todos los historiadores clásicos han datado el inicio de lo que llamamos “Historia de la Humanidad”, con la fecha de la aparición de la escritura, ¿Usted está de acuerdo con asociar escritura e Historia como la clave del desarrollo humano?
R- No, no estoy en absoluto de acuerdo. Antes del origen de la escritura la Humanidad ya existía y era capaz de transformar el paisaje natural en su propio beneficio. La escritura, como dije anteriormente, llegó más tarde y durante siglos fue empleada por un grupo minoritario de funcionarios para alabar las hazañas guerreras de sus reyes o príncipes y seguir las reglas establecidas para adorar a la multitud de dioses y diosas que tenía cada reino.
P- ¿Cuáles son las características y condiciones necesarias para usted que tuvimos los seres humanos para considerar que fue entonces cuando se inició la historia?
R- Un avance muy importante en ese proceso evolutivo de los seres humanos de finales de la Prehistoria fue el desarrollo y cambios producidos en la faringe y en el cerebro humano que daría paso al Homo sapiens sapiens mediante la extinción del H. neanderthalensis o bien mediante la mezcla de sapiens y neanderthales. La mayor capacidad y desarrollo del cerebro se relacionan con la atención, la flexibilidad cognitiva, el funcionamiento de la memoria, etc. Según Markus Bastir: “todo ello pudo marcar diferencias significativas en la capacidad cognitiva y el desarrollo de habilidades sociales”.
Poco a poco el Homo sapiens sapiens ( la especie a la que pertenecemos) fue modificando el paisaje natural, talando los bosques para poder explotar sus tierras cultivando cereales o dejando crecer la hierba para que pastase el ganado. Evidentemente me estoy refiriendo a una nueva cultura que fue la neolítica capaz de realizar importantísimos cambios como la domesticación de los animales salvajes o el cultivo de las tierras pero también la construcción de pequeños (o no tan pequeños poblados) y la fabricación de la cerámica, no solo para almacenar en su interior cereales o líquidos (agua o cerveza) sino para cocer los alimentos y tomarlos más blandos lo que incluso provocó cambios en nuestra estructura bucal y facilitó aún más la formación del lenguaje según opinan investigadores de la Universidad de Zúrich (Suiza) y del Instituto Max Planck (Alemania).
P- ¿Qué lejanos parientes eran esos seres humanos?
R- Si consideramos que los primeros homínidos surgieron en el continente africano hace unos 5 millones de años pues no estamos hablando de parientes lejanos sino del tránsito final de la evolución humana que sería el paso de la especie neanderthal a la sapiens. Por tanto, estamos hablando de entre 45.000 a 12.000 años a. C.
Benedicto Cuervo es profesor de Geografía e Historia y de Lengua Castellana y Literatura en Oviedo. Desde mayo de 2018 es miembro de los Embajadores por la Paz en el mundo de Paris-Francia & Ginebra-Suiza por España, cuya presidenta es Gabrielle Simons. De la Unión Hispanolatinoamericana de Escritores (UHE) dirigida por Carlos Hugo Garrido Chalén, de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET) y de REMES. Cónsul de Asturias por el Movimiento por la Paz en el Mundo desde 2020.