Es esta obra la narrativa de un mundo que ocurre y del que nadie se da cuenta. Un despertar hacia la poesía que asume una postura con respecto a la vida ordinaria, que la cuestiona por su «innecesariedad». La pregunta central que se hace es: «¿para qué existir si no se sabe qué es la existencia?». Este es el problema más serio que se le presenta a la conciencia y es que la existencia es no saber qué hacer y buscar quién ofrezca una respuesta, ya que es tanta la angustia derivada de un exceso de libertad que cualquier respuesta es buena, aun cuando implique el fin mismo de la existencia. Se espera entonces que el lector, al menos, encuentre no tanto una respuesta como el placer de hacer algo útil con su pregunta existencial.
Diego Villamizar Ortega (Bogotá, 1965). Estudia Administración y Filosofía en la Universidad Javeriana. Amante de la poesía urbana contemporánea, es un seguidor fiel de todas las rimas que solo se escuchan cuando los martillos le sacan la lírica al acero, cuando el sol canta y el mundo sale a realizar los sueños. Con una vida larga en la literatura, sus realizaciones experimentales suenan más a diablura que a locura y, si escuchas bien en el fondo, es el ritmo eterno de las trompetas de bienvenida al infierno. «Ta, ta, ta, ta…», es el repicar del martillo sobre el lomo de este libro que se espera se lea aun cuando tiene tanta tela que podría, con eso, cubrir el mundo y dejar un pedazo para cuando llueva.