Nací en el municipio del Cerro Canda, en La Habana (Cuba), el 14 de abril de 1985 en un pequeño y humilde apartamento donde vivía con mi hermana gemela, Anneris, y madre, Nereida. Siendo madre soltera tenía que trabajar mucho para poder vestirnos y alimentarnos; hoy, siendo adulto, la veo y sé todos los sacrificios que cada madre soltera tiene que hacer y, lo más importante, la fuerza que necesitan para salir adelante. Hoy me he convertido en quien soy gracias a sus esfuerzos. Desde muy joven comencé a interesarme por la danza y a tomar cursos de baile en varias escuelas en La Habana, como el Teatro Nacional de Cuba y varias compañías. En el año 2001 me gradué como bailarín profesional de la Escuela Nacional de Artes de La Habana, y comencé a trabajar en muchos y grandes cabarés de Cuba; muy rápido me descubrieron otras compañías de baile fuera de Cuba y así tuve mi primer contrato de trabajo siendo muy joven, a pesar de que siempre fui muy maduro para mi edad. Mientras mis compañeros hablaban de los espectáculos, rodajes de videoclips o conciertos, todos viajaban; yo le enviaba dinero a mi madre para que pudiese vivir un poco mejor. De lo que quedaba entonces podía comprarme algo para mí y de esa forma me sentía muy feliz. En 2002 creí encontrar el amor de mi vida, así fue hasta que en 2007 nos casamos en Bélgica, dejando mi carrera como bailarín a un lado y después del matrimonio todo cambió, comenzaron las peleas y los maltratos sicológicos que no pude soportar más de seis meses y fui expulsado de casa, encontrándome en la calle, gracias a una gran amiga que hoy en día se ha vuelto una hermana para mí, Mariuska, me encontró un pequeño estudio para vivir y algunos trabajos, ya que ella también es bailarina. Así comencé —como decimos en Cuba— a levantar cabeza, estuve varios meses sin ganar mucho dinero y lo poco que ganaba tenía que cogerlo para pagar mi alquiler, mis facturas y comida, no podía ayudar a mi familia por lo que me sentía muy triste porque sabía que mi familia en Cuba dependía de mí. Desde muy pequeño siempre soñaba con cosas fantásticas y tenía muchas pesadillas. En 2017, durmiendo en casa de un amigo, tuve una gran pesadilla por la que me desperté gritando y él, al escucharme, fue a la habitación para preguntarme qué pasaba y le conté, nunca olvido cómo él me miró diciéndome que no era la primera vez que me escuchaba tener una pesadilla, y me sugirió que con todas esas pesadillas y sueños escribiera un libro, que sería buena idea, ya que lo que le contaba parecía a una película fantástica. Escuchándolo, esa misma noche no logré dormir más, tomé mi computadora y comencé a escribir y a darle vida a mis sueños y pesadillas. Mientras más escribía, más amaba seguir dando forma a mis sueños, ya que me hacía transportarme de mi realidad, como si estuviese viviendo esos momentos e historias y, seis meses después, terminé mi primera novela, Los cinco elegidos. Una vez terminada le pedí a una amiga mía, Irina, que también vive en Bélgica, que si era posible que ella pudiese corregirme mi libro, después de la corrección pasé al momento de buscar editorial, lo cual se me hizo muy difícil porque todo el mundo me rechazaba diciéndome que lo sentían, pero que mi manuscrito no era lo que buscaban. Cada vez que recibía una respuesta negativa me ponía más triste y comenzaba a preguntarme si de verdad ellos tenían razón y mi historia no era digna de ser publicada y de ser leída, pero después me dije «Adolfo, nadie puede matar tus sueños», encontraría muchos a los que no le gustara, pero siempre habrá alguien que le guste y me dará una oportunidad, y en ese momento comencé a escribir mi segundo libro llamado La otra mitad, también una historia de fantasía, pero muy diferente a Los cinco elegidos.
Para mí fue una gran inspiración J. K. Rowling, porque desde que leí su historia y cómo luchó para poder cumplir sus sueños, para mí fue como una luz en medio del túnel. Es cómico decirlo, pero realmente amo escribir mis historias, aunque prefiero las películas a los libros. Mi obra favorita es Hermosas criaturas escrita por Kami Garcia y Margaret Stohl. De mis obras, no tengo realmente una preferida, ya que cada vez que las leo me hacen estremecer de alegría y satisfacción. En este momento me encuentro trabajando en mi tercera obra llamada Teenage witch (Bruja adolescente), que pienso les gustará mucho.
Alguien me preguntó cuál era mi manera de entender este mundo, no creo que necesitemos entender el mundo al 100%, solamente vivirlo y tratar de disfrutar los pequeños bellos momentos rodeados de personas que te quieren y aceptan, un trabajo con el que puedas vivir sin preocupaciones y, por qué no, de tiempo en tiempo dejar que su imaginación vuele con un buen libro.