Estudia en el Colegio Italiano de Buenos Aires y se gradúa en la Universidad Católica Argentina como licenciado en administración, contador público y máster en Sociología. Doctor en Investigación en Economía Empresarial por la Universidad de Pavía y especialista en Derecho Ambiental por la Universidad del Externado de Bogotá, trabaja muchos años en gestión empresarial y finanzas en Honduras, Colombia y Argentina. Docente universitario en la UCA y la UTDT de Buenos Aires, ha estudiado Letras y Derecho Canónico. Es colaborador de medios gráficos, digitales y radiofónicos, conduciendo un programa de radio actualmente. Además, ha participado de varias publicaciones de antologías de cuentos en Argentina y España y ha publicado tres novelas históricas: ADNCármine y La inglesa de Corrientes, los cuentos Andrómaca Vázquez investigadora privada, la novela fantástica Un Nápoles, la serie de cuentos Las luchas de Demetrio Deal y la novela Vidas paralelas. En la actualidad reside en Buenos Aires.

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Háblanos un poco de ti

Me agrada la novela histórica porque integra al contexto de los hechos, testimonios, intepretaciones y crítica, cual es la historia, a un argumento que traccione, que ayuda a nosotros, los lectores, a transitar el recorrido. La trama mantiene la tensión, el interés, la curiosidad por personajes y sus entretelones, sus aventuras, sus reflexiones. Mientras tanto la historia, es el ámbito. Pero la historia no es una ciencia exacta sino social, por lo que permite diferentes miradas. Con la suficiente profesionalidad para tener anclajes comprobables, que son los episodios. Pero con la necesaria libertad de mostrar el punto de vista del autor. Ya sabemos que el argumento es de ficción, aunque podría no serlo. Así la novela histórica es un mundo, el de los protagonistas y sus aventuras inserto en un universo que es la mirada sobre los hechos, los testimonios. A seguir a Marc Bloch como “los hechos de los hombres en el tiempo” y poder opinar también sobre la posición histórica. El 25 de mayo de 1810 las Provincias Unidas del Rio de la Plata  se declararon autónomas del poder virreinal pero obedientes al rey Fernando VII recluido en Valencai desde 1808 a 1813. La combinación de este contexto tan complejo y ambiguo con la vida de un joven español en esa misma Buenos Ayres es el libro. Ya mismo estoy pensando en que pasará los años venideros, cuando en 1813 el rey retoma el mando y ese territorio que mucho más tarde sería una nación declara su independencia en 1816.

¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Un español en Buenos Ayres en 1810?

Pueden encontrar el “punto de vista” del español, tan digno como tantos otros, viviendo acontecimientos disruptivos, violentos y difíciles de interpretar.

No es una novela de nacionalismo, ni de antinacionalismo. Aventuras e introspección. Sospechas e incertidumbre. Pero por dentro de todo la tradicional pero no menos importante pulsión de vida.

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

La tensión entre las historias personales y el encuadramiento de la macro historia oficial.

¿Qué quieres transmitir a través de este libro?

El oficio de vivir.

¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última?

He publicado una decena de libros, ocho con esta editorial. Tantos brillantes escritores han sido mis maestros (además de la universidad) que no podría enumerarlos en este espacio. Cada vez estudio más y trato de identificar al lector con alguno de mis personajes. El estudio me brinda espacios, miradas, preguntas y la novela y el cuento me permiten construir una arquitectura de contenidos que transmiten vida. Trato de escribir libros que aporten sensaciones, hechos vistos desde otro lugar, historias de vida común que en la novela parecen extraordinarias. De hecho acabo de publicar en italiano “Diez cuentos sobre la guerra en Ucrania” (escrito también en español pero aún no publicado).

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

Me gusta leer novela histórica al mismo tiempo  policiales y un tipo de ensayos. Estoy leyendo La mujer de Dante de Marina Marazzi, terminando los policiales en serie de Federico Maria Rivalta (personaje Riccardo Ranieri) y un ensayo de Valerio Manfredi  que se llama Sentimento italiano.

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

Es posible que escriba la segunda parte de Un español en Buenos Ayres en 1811 que fue el año posterior con grandes turbulencias. Estoy terminando Vidas oblicuas que es la continuación (y evolución) de Vidas paralelas (publicado en esta editorial) y estoy pensando en el armado justamente en una novela sobre la cuestión de la identidad. Eventualmente vinculada al desarraigo.

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