Rubén Pons Vélez. La Habana, 1965. Trabaja durante diez años como periodista y jefe de producción del diario Granma, Cuba. Graduado en Historia (Universidad de La Habana, 1999) sale de su país para residir en México, Dinamarca, Finlandiay Australia. Camarero, estibador, empleado de banca,profesor de Español e Historia en la Universidad de Helsinki… Elämä kuin Bolero (Ed. Siltala, 2014) es su primera novela (La vida como un Bolero). Padre de tres hijos, se opone a cualquier tipo de totalitarismo. Es además cinéfilo, viajero empedernido y amante de la ópera, el deporte y la literatura histórica. Actualmente trabaja como asistente social de jóvenes con discapacidad mental en la ciudad de Sydney (Australia), donde reside.

Nací un 13 de mayo de 1965, en La Habana, Cuba. En el seno de una familia que ni era humilde pero sí trabajadora. Y digo esto; parodiando los curriculum vitae que redactábamos por aquellos años cuando aplicábamos para un puesto de trabajo. Todos estaban encabezados : «Nací en el seno de una familia humilde y trabajadora». O sea; para el régimen comunista de La Habana, todo el que no fuese obrero de una factoría o campesino, era potencialmente un pequeño burgués. Susceptible a no estar identificado con el proceso revolucionario.

 Mi padre, abogado y mi madre enfermera, participaron activamente en la lucha clandestina que derrocó al dictador Batista, quien gobernaba Cuba antes del 1959. Ambos apoyaron sin cortapisas el esperanzador proceso revolucionario iniciado por Fidel Castro. Nada hacía presagiar que aquel utópico sueño se convertiría en la peor pesadilla en la historia de nuestra nación. Y en esa estábamos cuando nació mi único hermano(1963), y dos años después aparecí yo. Para entonces ya mis padres habían constatado que la utopía y el sueño de un mundo mejor habían trasmutado en dictadura. Aún así optaron por quedarse en la isla. No marcharse rumbo a USA, tal como hizo el 80 % de los profesionales cubanos de la época . Mis padres optaron por el silencio y la doble moral. Camuflarse para poder sobrevivir.

El que lea esta entrevista se preguntará: ¿a santo de qué todo este preliminar familiar?

 

Pues bien, aquella manera de vivir fingiendo. Acatando. Pretendiendo aceptar un sistema que a todas luces era/es injusto. Aquella doble moral que inauguró la generación de mis padres, se ha convertido en endémica. El miedo y la mentira se fue trasmitiendo de padres a hijos, de hijos a nietos y de nietos a bisnietos. Por supuesto todo eso marcó mi existencia. Mi manera de escribir. Me costó años, aún viviendo fuera de mi país, sacudirme el miedo. Dejar de mencionar, casi en un susurro ,el nombre del dictador, por miedo a ser escuchado.

Les cuento una anécdota:

Meses atrás mis antiguos compañeros de escuela crearon un chat. Ya sabes, el típico chat nostálgico de ex compañeros del pre-universitario . Chat para constatar lo bien o mal que te ha tratado la vida , comparándote con los otros. Total; cuando comencé a expresar mis puntos de vista políticamente incorrectos sobre la dictadura, el 99% me bloqueó y el 1% salió en estampida… jajaja. Evidentemente nadie quería que los asociasen conmigo ( por si las moscas… dirían por Cuba ).Nadie quería hablar del régimen. Ni para bien o para mal. Silencio cómplice y total. ¿ Y saben lo tragicómico del caso.? Es que el 50% de los participantes del chat llevan años viviendo fuera del país. Por supuesto es entendible el miedo del que sigue viviendo allá. No puede entenderse ninguna expresión artística nacida después del 1959, sin comprender la pesada losa que ha significado la dictadura, Dictadura que ha logrado dividirnos .Entre los que se fueron y los que se quedaron. Los que hablan y los que callan. Los que escriben y denuncian. Los que acatan y asienten. El daño antropológico ocasionado en la sociedad cubana es irreversible. Definitivamente nadie sale indemne de tamaño estropicio.

Contada esta anécdota y este super resumido bosquejo familiar, lo otro destacable en mi vida fue crecer rodeado por libros. Tener un padre que me inoculó el amor incondicional y pasional por la literatura. Literalmente cada rincón del hogar estaba habitado por un libro. Más que una casa, parecía una biblioteca. Olía a libros. A pergaminos. ¿O será que yo habitaba en una biblioteca que confundía a ratos con una casa? Libros a derecha e izquierda. Libros en la sala de estar. En las habitaciones. En el baño. En la cocina. Tal vez (no podría asegurarlo) donde único, por motivos obvios, no habían libros era en el horno. Todos estos libros habrá que leérselos al menos una vez (pensaba yo), así que me di a la tarea de aprender a leer a lo antes posible. Lo conseguí a los tres años de edad. Desde entonces me convertí en un lector empedernido Y ha sido/es , junto con el nacimiento de mis hijos y mi salida del país, las tres cosas más importantes que me han acontecido. La lectura me puso alas/soledades me quitó/a/cárcel me arrancó/a/ parafraseando al poeta Miguel Hernández.

 

Saltándome ciertos capítulos de mi existencia y siguiendo la saga de mis padres, yo también creí en la revolución. Porque y tal como dice la frase: quien a los 20 años no sea revolucionario no tiene corazón, y quien a los 40 lo siga siendo, no tiene cabeza. También me decepcioné, sólo que no esperé a cumplir los 40. Entre medias, cursé estudios de abogacía, intentando seguir la estela de mi padre, pero los abandoné . Después probé el magisterio con especialización en música, y terminé desertando al segundo año y al tercer compás. Finalmente me gradué con honores por la facultad de historia (mi otra pasión) de la Universidad de la Habana..

Trabajé , por 10 años, como realizador, periodista y jefe de producción del Periódico Granma. El ridículo nombre Granma (traducción al inglés seria: Abuela… abuelita ), viene del yate que transportó a Fidel Castro cuando comenzó su gesta contra Batista. . Granma más que un periódico era/es el panfleto nacional del partido comunista cubano. Trabajar allí. Publicar allí. Ostentar un cargo de responsabilidad allí, era el non plus ultra a lo que podría aspirar un periodista en Cuba. Y allí estuve yo. Fingiendo. Camuflado para sobrevivir. Alimentándome el ego sólo por ver mi nombre firmando artículos que después leería todo el país. ¿El precio a cambio?: Mentir..

En el 1989 nació mi hija Patricia, fruto de mi primer matrimonio. Diez años después abandoné la Isla. De la mano de una finlandesa, que después fue mi esposa y ahora es mi ex y madre de mis otros dos hijos, Celia y Vincent. Dos matrimonios y dos divorcios nada traumáticos. Tres hijos maravillosos y una excelentísima, entrañable y amistosa relación con sus respectivas madres.

 

Del 1999 a la fecha, di más vuelta que un trompo. Los avatares del vivir me hicieron reinventarme 3 veces en 3 sitios diferentes. Dinamarca, Finlandia y actualmente Australia, país donde resido. Con anterioridad y que recuerde, transité por disímiles oficios. Cartero, estibador, empleado de un banco, profesor de español e historia latinoamericana en la Universidad de Helsinki, y un largo etcétera.

Hace 9 años decidí plantar bandera en Sydney. Aquí encontré a mi Mujer (con mayúscula), y logré que me amase. Hemos construido una bella familia con sus hijos y los míos. Durante los intervalos que deja la propiedad privada y el amor, tuve tiempo para cursar y finalizar estudios que me permitieron trabajar ayudando a jóvenes adultos con discapacidad mental. Labor que desempeño con enorme gozo espiritual. Amo ayudar a personas con discapacidad . Contribuir positivamente y ayudar en la vida de una persona de forma personal, física y emocional, y verlas crecer en independencia y confianza en sus propias capacidades, me llena de regocijo.

…Y así ha sido mi vida. Un cuento muy largo y muy breve, según se mire. Necesitaría escribir unas Obras Completas, aún resumiendo ciertos capítulos. Pero ha sido así, como en las películas, completamente inverosímil.

 

Aficiones: Leer, (especialmente) novelas históricas y biografías. Nadar. Ir al gym. Seguidor del Real Madrid fútbol y de los New York Yankees baseball. Pasear con mi perra. Fumarme un cigarrillo después del café matinal. Escuchar ópera antes de dormir. Leer. Leer y leer.

Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Perseverante y optimista a rajatabla. Me precio de poseer un gran sentido del humor. Alegre Compasivo. Competitivo. Obsesivo con los horarios. Las personas impuntuales, pierden el tiempo conmigo.

Cuéntanos por qué decidiste ser escritor/a: No sé… me desconcierta la pregunta. Es como preguntarme por qué respiro. ¿Estaba predestinado?. ¿O ha sido el proceso lógico de alguien que nació, prácticamente, con un libro bajo el brazo? Escribir me devuelve al barrio, a los olores a libros de mi casa. A los almuerzos de domingos. Cuando aún estábamos todos juntos. Sentados a la mesa, mis padres, mi hermano y yo. Escribo para resucitar esos instantes . Escribo porque disfruto crear otras vidas. Mezclar la historia con la ficción. Imaginar lo que pudo haber sido y no fue. Contar hechos históricos de una manera divertida. Escribo para contarle a mis hijos, a mi mujer, como ha sido mi viaje. Escribo para poner al descubierto la falsedad y la crueldad del comunismo cubano. Escribir es entonar mi mea culpa, por los años fingiendo. Escribir me ayuda a exorcizar mis demonios. Si mis novelas contribuyesen al menos en 0.00001 % a despertar del marasmo y la inopia a la que han estados sometidos mis compatriotas por 66 años, me sentiré satisfecho.

Ahora he recordado el monólogo final del replicante, Roy Batti, en la película Blade Runner: «Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhauser Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia…».

Entonces… probablemente escribo por eso; para que no se pierda la memoria como lágrimas en la lluvia..

 

Autores preferidos y por qué: Mario Vargas Llosa, a mi parecer el más grande escritor contemporáneo de habla hispana. Cervantes, porque en el Quijote está dicho todo. Ernest Hemingway, por su capacidad y belleza en sintetizar las historias. Guillermo Cabrera Infante, el más grande de los autores cubanos. Charles Bukowski, por su poesía sucia y descarnada. Y por último , y mención especial para Homero. Porque después de la Ilíada, todo lo que se ha escrito ha sido menor.

Tu obra favorita de otro autor: La guerra del fin del Mundo, de Vargas Llosa. Fue la primera novela que leí de él. Habida cuenta que en Cuba sus libros estaban prohibidos, aquel libro me lo prestó (envuelto en papel de periódico) un amigo que a su vez se lo prestó otro de otro. Aquel sigilo y clandestinidad hicieron que disfrutase más , si cabía, el relato de la sublevación de Canudos. La rebelión/marcha épica de los campesinos pobres versus los terratenientes. El liderazgo místico del santón Antonio Conselheirio. En fin, una novela que me atrapó desde su primera página.

Tu obra favorita de las que has escrito: En 2014, publiqué en Finlandia (editorial Siltala), Elámá Kuin Bolero (La vida como un Bolero). Fue mi primera novela. La muchacha de la Boina Guerrillera (2024, editorial Adarve) es mi segunda. Me resulta imposible decantarme por una. Ambas son mis hijas. Ambas mantienen la tónica de criticar a la dictadura cubana usando el humor. Porque si hay algo que les jode a los totalitarismos, es que se rían y se burlen de ellos.  Elámá Kuin Bolero, fue más turbulenta y pasional. La Muchacha de la Boina Guerrillera, más irónica y racional sin dejar de lado la pasión . Pero soy el padre, y por lo general un padre no ama a un hijo en detrimento del otro.

Tu estilo literario: Definitivamente novela histórica.

Una cita de un autor que te guste: «La vida no es la que uno vivió sino la que uno recuerda y como la recuerda para contarla». Gabriel García Márquez.

Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Estoy escribiendo la segunda parte y final, de La Muchacha de la boina guerrillera.

Algo sobre tu manera de entender este mundo: Recién el término libertario se ha popularizado . Entonces descubro que he sido siempre un libertario sin saberlo…jajaja. Soy un acérrimo defensor de la libertad individual y la minimización del estado. Creo en la propiedad privada, los mercados libres y la autodeterminación siempre que no violen los derechos de los demás. Opositor de todos los totalitarismos, sean de derecha o izquierda. Soy agnóstico. No creo que la vida sea un valle de lágrimas; todo lo contrario. Cada día para mí es un alumbramiento. Un positivo y hermoso asombro. Muy simple: ¡vivir es aquí y ahora.! Esta es mi máxima.

Tus proyectos inmediatos: Terminar la segunda parte y final de La Muchacha de la boina Guerrillera. Seguir disfrutando cada día hasta el final de mis días.

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